Hoy en día escuchamos frecuentemente las frases: "No podría vivir sin ti", "Te necesito para respirar", "Sin ti me muero", etc. Sin embargo, a pesar del romanticismo que cubre estas expresiones, existen muchas personas que efectivamente tienen una dependencia emocional muy grande hacia su pareja, lo cual da origen a los problemas de celos excesivos, a la desconfianza, a las mentiras, y a ser, "parejas codependientes".
Una relación sana busca el crecimiento mutuo, la superación y la auténtica felicidad por el éxito de la pareja. Se fundamenta en bases de confianza, respeto, amor y comunicación, lo cual lleva al compromiso y a la comprensión mutua. Pero esto solo se logra cuando una persona se sabe completa. Es decir, sabe que no necesita a otra para estar feliz, si no que al contrario, elige estar con su pareja, no porque lo necesite, sino porque quiere compartir con este su vida.
La siguiente reflexión nos ayuda a poner en perspectiva este tipo de relaciones sanas que presentan un apego seguro:
Quiero que vayas a tomarte una cerveza con tus amigos, para que al día siguiente tengas resaca y me pidas que vaya a verte porque te apetece tenerme entre tus brazos y que nos acurruquemos.
Quiero que hablemos en la cama por la mañana de todo tipo de cosas, pero algunas veces por la tarde; quiero que cada uno haga lo que quiera durante el día.
Quiero que me hables sobre las noches que sales con tus amigos. Que me digas que había una chica en el bar que te coqueteaba. Quiero que me mandes mensajes cuando estés borracho con tus amigos para que me digas de cosas, sólo para que puedas estar seguro de que yo también estoy pensando en ti.
Quiero que nos riamos mientras hacemos el amor. Que empecemos a reírnos porque estamos probando cosas nuevas y no tienen sentido. Quiero que estemos con nuestros amigos, para que me tomes de la mano y me lleves a otra habitación porque ya no puedes aguantarte más y tienes ganas de tener intimidad ahí mismo. Quiero intentar permanecer en silencio porque hay gente y nos pueden oír.
Quiero comer contigo, que me hagas hablar sobre mí misma y que tú hables sobre ti. Quiero que discutamos sobre cuál es mejor, la costa norte o la costa sur, el barrio occidental o el oriental. Quiero imaginar el apartamento de nuestros sueños, aun sabiendo que probablemente nunca vivamos juntos. Quiero que me cuentes tus planes, esos que no tienen ni pies ni cabeza. Quiero sorprenderme diciendo: “Toma tu pasaporte, que nos vamos”.
Quiero tener miedo contigo. Hacer cosas que no haría con nadie más, porque contigo me siento segura. Volver a casa muy borracha después de una buena noche con amigos. Para que me agarres la cara, me beses, me uses como tu almohada y me abraces muy fuerte por la noche.
Quiero que tengas tu vida, para que decidas irte de viaje unas semanas por puro capricho. Para que me dejes aquí, sola y aburrida, deseando que salte tu carita en Facebook diciéndome “hola”.
No quiero que siempre me invites a tus fiestas, y no quiero invitarte siempre a las mías. Así, al día siguiente puedo contarte cómo fue la noche y tú puedes contarme la tuya.
Quiero algo que sea simple y, a la vez, complicado. Algo que haga que, a menudo, me haga preguntas a mí misma, pero que, en el momento que esté contigo en la misma habitación, desaparezcan todas las dudas. Quiero que pienses que soy guapa, que estés orgulloso de decir que estamos juntos.
Quiero que me digas te quiero y, sobre todo, poder decírtelo yo a ti. Quiero que me dejes andar por delante de ti para que puedas ver cómo me muevo de lado a lado, que puedas ver como me contoneo y eso te hace sonreír.
Quiero hacer planes sin saber si al final los realizaremos. Estar en una relación clara. Quiero ser esa amiga con la que adoras quedar. Quiero que me busques a mí para terminar la noche juntos. Porque quiero ir contigo a casa.
Quiero ser esa a la que le haces el amor y después te quedas dormido. La que te deja en paz cuando estás trabajando y a la que le encanta cuando te pierdes en tu mundo de música. Quiero tener vida de soltera contigo. Porque nuestra vida de pareja sería igual que nuestras vidas de solteros de ahora, pero juntos.
Un día, te encontraré”.
Como podemos ver, cuando hay una buena y sólida relación de pareja, existe la capacidad de tener una vida independiente a la vez que se está dentro de una relación amorosa (dígase pareja, noviazgo o matrimonio), los celos, las inseguridades y las dudas quedan sobrando. Claro que existirán conflictos (como en todas las parejas), pero se podrán resolver hablando.
Lo anterior se logra cuando tenemos un buen nivel de autoestima y amor propio, cuando sabemos lo mucho que valemos y lo mucho que vale nuestra pareja para nosotros. Entonces, día a día se fortalecerá la relación mutuamente.
¿Y tú has tenido relaciones sanas?, o ¿Has tenido que enfrentarte con parejas celosas y posesivas? Atrévete a hacer un cambio en tu vida, inicia terapia, cultiva tu amor propio y aléjate de las relaciones tóxicas.
Quiero algo que sea simple y, a la vez, complicado. Algo que haga que, a menudo, me haga preguntas a mí misma, pero que, en el momento que esté contigo en la misma habitación, desaparezcan todas las dudas. Quiero que pienses que soy guapa, que estés orgulloso de decir que estamos juntos.
Quiero que me digas te quiero y, sobre todo, poder decírtelo yo a ti. Quiero que me dejes andar por delante de ti para que puedas ver cómo me muevo de lado a lado, que puedas ver como me contoneo y eso te hace sonreír.
Quiero hacer planes sin saber si al final los realizaremos. Estar en una relación clara. Quiero ser esa amiga con la que adoras quedar. Quiero que me busques a mí para terminar la noche juntos. Porque quiero ir contigo a casa.
Quiero ser esa a la que le haces el amor y después te quedas dormido. La que te deja en paz cuando estás trabajando y a la que le encanta cuando te pierdes en tu mundo de música. Quiero tener vida de soltera contigo. Porque nuestra vida de pareja sería igual que nuestras vidas de solteros de ahora, pero juntos.
Un día, te encontraré”.
Como podemos ver, cuando hay una buena y sólida relación de pareja, existe la capacidad de tener una vida independiente a la vez que se está dentro de una relación amorosa (dígase pareja, noviazgo o matrimonio), los celos, las inseguridades y las dudas quedan sobrando. Claro que existirán conflictos (como en todas las parejas), pero se podrán resolver hablando.
Lo anterior se logra cuando tenemos un buen nivel de autoestima y amor propio, cuando sabemos lo mucho que valemos y lo mucho que vale nuestra pareja para nosotros. Entonces, día a día se fortalecerá la relación mutuamente.
¿Y tú has tenido relaciones sanas?, o ¿Has tenido que enfrentarte con parejas celosas y posesivas? Atrévete a hacer un cambio en tu vida, inicia terapia, cultiva tu amor propio y aléjate de las relaciones tóxicas.
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Lic. Mayela Pérez, Psicóloga Clínica en Monterrey. N.L.
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