El embarazo es una etapa muy importante durante la vida de
una mujer, cuando se decide tener un hijo, la espera por el nacimiento del bebé
puede ser lo más ansiado por sus padres, ya que es el momento en el que podrán
conocerlo al fin y tenerlo en sus brazos. Por eso es tan difícil comprender por
qué existe la depresión posparto.
¿Qué es la depresión posparto?
La depresión posparto o post parto, es un trastorno del estado de
ánimo que afecta a algunas mujeres después de dar a luz, durante la etapa del
puerperio. Las madres que padecen este tipo de depresión, experimentan
sentimientos de extrema tristeza, ansiedad y cansancio, lo cual les dificulta
realizar las actividades diarias del cuidado de sí mismas y de otras personas,
incluyendo su hijo.
De acuerdo con el DSMV, entre un 3% y un 6% de las mujeres
experimentarán el inicio de un episodio grave de depresión mayor durante el
embarazo o en las semanas o meses que siguen al parto. Sin embargo, la cantidad
de mujeres que reportan haber tenido profundos sentimientos de tristeza y
desánimo, después del nacimiento de su hijo, es mucho mayor, superior al 15% de la población.
¿Qué es el puerperio?
Es un periodo que sigue inmediatamente al parto y que se
extiende aproximdadamente por 40 días, durante los cuales, el cuerpo materno
(incluyendo las hormonas y el aparato reproductor femenino) vuelve a las
condiciones anteriores al embarazo. Normalmente se le conoce en México como la
"cuarentena".
¿Causas de la depresión posparto?
Existen múltiples causas para la depresión posparto, ya que
esta es consecuencia de una combinación de factores físicos y emocionales,
encontrándose entre ellos una alteración hormonal significativa, un cambio de
rol social, predisposiciones genéticas, cambios en la apariencia física, en la
relación de pareja, cansancio extremo y muchos otros que son específicos de
cada persona.
Algunos de los síntomas de la depresión pos parto más comunes son los siguientes:
- Sentirse triste, desesperanzada, vacía o
abrumada
- Llorar más frecuentemente de lo normal o sin motivo aparente
- Preocuparse o sentirse
excesivamente ansiosa
- Sentirse malhumorada,
irritable o inquieta
- Dormir en exceso o no
poder dormir (incluso cuando el bebé duerme)
- Tener problemas para
concentrarse, recordar detalles y tomar decisiones
- Sentir enojo o furia
- Perder el interés en las actividades que le resultaban agradables
- Padecer dolores y
molestias físicas, como dolores de cabeza
frecuentes, problemas estomacales y dolor muscular
- Comer demasiado o muy
poco
- Aislarse de amigos y
familiares
- Tener problemas para
crear un vínculo emocional con su bebé
- Dudar constantemente de
su capacidad de ser buena madre o de cuidar al bebé
- Pensar en hacerse daño a sí misma o a su bebé.
Para comprender mejor esta etapa, es recomendable leer la
siguiente reflexión sobre los cambios que surgen después del parto, ya que para
una madre no todo es felicidad:
Muchas cosas cambian,
"Déjame contarte una cosa que nadie te cuenta: sabes
que después que el bebé nace, el puerperio (post parto). Duele.
Y no, no te estoy hablando de la cicatriz de la cesárea o de los pechos
agrietados. Te hablo de dolor emocional. Sabes que aquella imagen que la
sociedad construye de una madre radiante después de parir, esa imagen no
existe.
No me entiendas mal, claro que vas a estar feliz con la llegada de tu bebé.
Y claro que estarás horas admirando ese rostro pequeñito fascinada por su
existencia. Pero así mismo va a doler.
¿Sabes por qué? Porque el parto no es sólo nacimiento, es muerte también. Si
allí nacen un bebé y una mamá, allí también muere todo lo que eras hasta ahora.
No te engañes, nada será como antes.
Y no estoy hablando del cansancio, tu fiel compañero, ni de los pocos y
apurados refrigerios que harás, ni de los baños interrumpidos. Eso es lo de
menos. Lo que cambiará de forma irreparable es tu alma.
De repente te encuentras sin ganas de volver a trabajar, percibes que no
cabes más en los planes antiguos. Y que tu carrera no te gustaba tanto
realmente. Sólo que al mismo tiempo, la rutina te a va a matar y a
enloquecer varias veces cuando al final del día te des cuenta que ni los
dientes te pudiste cepillar.
Tu cuerpo antes admirado, ahora presenta formas extrañas y que te toquen es la
última cosa que deseas.
Tu marido volverá a trabajar antes de que puedas descubrir donde están
guardados los pijamitas sin pie. Y eso también va a doler. La soledad va a
doler. Y vas a querer solamente un abrazo.
La verdad es que la sociedad no tiene ninguna empatía por la mujer puérpera. Lo
que nos dicen es "estas saludable, tu bebé está Perfecto, porque estas
triste?. No seas ingrata"
Amas a la vez que sufres, agradeces al mismo tiempo que imploras. Quieres huir
en tanto que deseas más que nada estar ahí.
Pero, amiga, no te sientas sola. ¿Sabes? Esto también pasa.
No, nunca serás la misma, pero te aseguro vas a agradecer por eso, y te enorgullecerás
del ave Fénix que toda madre es."
Autor de la refleción: B. Estrela
Es conveniente agregar que sentir dudas o tristeza no convierte a una mujer en una mala madre, es
un periodo difícil, que la presión social se encarga de incrementar esa exigencia
por la perfección y por "desbordar felicidad". No estás sola,
recuerda que no tienes que ser perfecta, nadie lo es.
Por lo tanto si
consideras que has experimentado estos síntomas o pensamientos de manera
intensa, o conoces a alguien que esté pasando por esta difícil situación, es recomendable asistir
con un profesional de la salud mental. No guardes silencio por pensar que “está
mal sentirse triste al convertirte en madre”, da un lugar a esas emociones,
asiste a terapia, entiéndete y adquiere las herramientas necesarias para
hacerle frente a esta nueva etapa de tu vida.
Te invito a que revises estos artículos que te podrían interesar:
Lic. Mayela Pérez, Psicóloga Clínica en Monterrey. N.L.
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