Terapia para Adultos




La psicoterapia dirigida a los adultos, utiliza como método de comunicación la palabra; mediante el diálogo se busca llegar a la comprensión de los problemas y a la solución de los mismos.

La terapia se lleva a cabo en un ambiente comprensivo y no crítico, dónde la persona no es juzgada. El paciente puede sentirse seguro de revelar sus sentimientos y acciones que lo han llevado a tener dolor emocional o estrés en su vida, que le han generado problemas o lo hacen sentir infeliz. Por medio de escuchar al paciente se encuentran patrones, eventos significativos, recuerdos reprimidos o deseos inconscientes que pudieran estar desempeñando un papel en las dificultades actuales y problemas por los que está pasando.


A lo largo de la terapia el paciente podrá poco a poco tener mayor consciencia de su vida, sentimientos y pensamientos, mayor control en sus decisiones y acciones, más conocimiento sobre sí mismo y así poder tomar mejores decisiones sobre su vida, logrando cambiar aquello que no le gusta de su persona y disminuir su dolor emocional.

La psicoterapia trabaja con muchos padecimientos como la depresión, los trastornos alimenticios, problemas de pareja, duelos, ansiedad, problemas sexuales, fobias, entre otras más,  sin embargo no es necesario tener algún tipo de problema en específico, ya que el objetivo de la psicoterapia es poder ayudar al paciente a amar, disfrutar y a trabajar de manera más feliz y plena, mediante hacer consciente la raíz de su sufrimiento. 
Lo cual le permitirá solucionar sus problemas y mejorar los aspectos de su vida que le preocupen.



¿Cuándo se requiere una psicoterapia?

Cuando nosotros mismos nos percatamos de algún malestar emocional, dentro de los cuales se pueden encontrar la tristeza continua, enojos muy frecuentes, sentimientos de minusvalía, incapacidad de goce o disfrute, una recurrente tristeza, dificultad para relacionarse, etcétera.

O bien, si alguna persona nos realiza señalamientos sobre nuestras actitudes, emociones y conductas, las cuales son negativas o nos acarrean consecuencias indeseables, pudiendo haberlas notado o no, o haber pensado que no se podía hacer algo al respecto.

Es importante resaltar que los profesionales de la salud mental no aconsejan a sus pacientes sobre qué hacer, tampoco dirigen las decisiones que han de tomar, ni los actos que han de realizar, únicamente nos dedicamos a fortalecer áreas de la vida emocional de los pacientes para que así puedan tomar las decisiones que crean más convenientes.




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