"El cuerpo habla ... lo que la boca calla"
Un trastorno psicosomático es un proceso
que tiene un origen psíquico, pero que tiene influencia en lo somático (en el
cuerpo). Es decir, el trastorno psicosomático es la expresión o manifestación
en el cuerpo de algo que no está bien a nivel psíquico, algo que no se puede
expresar de manera consciente, y que utiliza como vía de canalización al
cuerpo.
La medicina psicosomática nos ha explicado
desde sus comienzos en los años treinta, que cualquier tipo de enfermedad
transciende el ámbito de lo orgánico y se extiende al ámbito psicológico y al
social.
Los trastornos físicos implican en su mayoría
alteraciones psicológicas y viceversa, sin embargo, los trastornos denominados
como psicosomáticos son aquellos donde los factores psicológicos ejercen una
influencia más fuerte y son los que determinan en su mayoría a la enfermedad.

Algunas enfermedades que habitualmente se
consideran como psicosomáticas o que tienen un gran componente psicosomático
son:
Trastornos digestivos (Intestino irritable, estreñimiento, ulceras, colitis, etc.) del Sistema
Cardiovascular (Hipertensión), del Aparato respiratorio (asma), trastornos dermatológicos,
Alteraciones endocrinas y metabólicas (tiroides, diabetes, bulimia, anorexia,
etc.), Trastornos genitourinarios (enuresis), del sueño y de la sexualidad,
etc.

Nos podemos percatar así que el ser humano
tiene una necesidad de simbolizar en su cuerpo, mediante señales e
inscripciones, referencias a un grupo, expresiones de singularidad etc. con
signos que generalmente se encuentran alejados de su significado pero que
remiten a ellos... Y un proceso similar ocurre con las enfermedades
psicosomáticas. “El cuerpo habla lo que la boca calla”.
Cuando el cuerpo habla
Muchas veces...
El resfrío "chorrea" cuando el cuerpo no llora.
El dolor de garganta "tapona" cuando no es posible comunicar las aflicciones.
El estómago arde cuando las rabias no consiguen salir.
La diabetes invade cuando la soledad duele.
El cuerpo engorda cuando la insatisfacción aprieta.
El dolor de cabeza deprime cuando las dudas aumentan.
El corazón afloja cuando el sentido de la vida parece terminar.
La alergia aparece cuando el perfeccionismo está intolerable.
Las uñas se quiebran cuando las defensas están amenazadas.
El pecho aprieta cuando el orgullo esclaviza.
La presión sube cuando el miedo aprisiona.
Las neurosis paralizan cuando el niño interior tiraniza.
La fiebre calienta cuando las defensas explotan las fronteras de la inmunidad.
-anónimo.