"Aferrarse a la agresividad es como agarrar un carbón candente
con la intención de arrojarlo a otra persona...
El único que se quema, eres tu mismo"- Buda
Cuando la agresividad es de nivel moderado, nos puede ayudar de mucho, esta nos impulsa a generar un cambio, a levantar una queja, etc. Sin embargo, las cosas se complican en el trabajo, o en algún deporte, si una persona se encuentra molesta por una discusión. También es difícil para una pareja arreglar una relación deteriorada, o buscar soluciones a un conflicto si lo único que hacen es estarse gritando el uno al otro. Estos pequeños ejemplos nos muestran como la agresividad afecta nuestro rendimiento en la vida diaria, tanto motriz como cognitivo y emocional.
Pero ¿Qué es agresividad?
De acuerdo con Kassinove H., la agresividad es un estado emocional variable, Puede ser espontaneo, pero la persona agresiva generalmente señala a otra como la causa de la agresión, culpándola. Puede ser muy intensa o ir en aumento (Echar mas leña al fuego). Un episodio agresivo genera manifestaciones corporales (Sudar, temblar, ritmo cardíaco aumentado, tensión muscular, etc.)Muchas veces se aprende cuando, donde y con quien ser agresivo, frecuente mente de manera cultural.
La Agresión se define como una conducta motriz, una acción con el propósito de herir o hacer daño a a otra persona, o destruir una propiedad. Pudiendo ser directa, o indirecta.
Las maneras mas frecuentes de expresar la agresividad son las siguientes:
- Agresividad contenida: En este tipo, se guarda toda la emoción agresiva, para al ser alcanzado un límite, se explota.
- Expresión indirecta de la agresividad: Esta incluye una actitud pasivo-agresiva, y algún tipo de sabotaje. No se efectúa directamente hacia la persona.
- Expresión manifiesta: Es el tipo mas tangible de detectar, se manifiesta en contra de la persona con agresiones verbales, físicas y/o corporales.
- Control excesivo de la agresividad: significa siempre estar al pendiente de lo que se hace, para evitar caer en un episodio agresivo, sin embargo es tanto el esfuerzo, que se vuelve desgastante para la persona.
Las consecuencias de la agresividad son muchas, entre algunas de ellas podemos nombrar las siguientes:
Problemas para tener relaciones de pareja, problemas laborales, dificultad para tomar decisiones, des organización de la conducta motriz, abuso de sustancias, sentimientos negativos, enfermedades coronarias, etc.
Existen habilidades y técnicas que nos pueden ser útiles para manejar la agresividad, y contenerla de momento o encontrar otra manera de expresarlo. Para descubrir estas soluciones, es de mucha utilidad asistir a una terapia, principalmente para encontrar el motivo por el cual "explotamos" en diversos momentos, y el origen de esa dificultad para controlarnos a nosotros mismos, llegando a herir y lastimar incluso a seres amados, y provocando que se alejen.
Lic. Mayela E. Pérez
Psicóloga Clínica en Mty. N.L.
Contacto: (81) 89956057 / PsicologaMayela@gmail.com